Uno de los milicianos murió al detonar el cinturón de explosivos que llevaba puesto en el momento del asalto policial en su habitación del segundo piso del inmueble donde se encontraban. Otro acabó muerto por los disparos de los agentes.
La operación todavía no ha terminado porque varios milicianos han conseguido atrincherarse en el edificio, según ha informado el portavoz de la Guardia Nacional tunecina, el coronoel Khalifa Chibani.
De momento no hay bajas entre las filas policiales, que comenzaron la operación a mediodía, parte de una iniciativa de las fuerzas de seguridad contra la presencia yihadista en el país, especialmente de Estado Islámico y de la sección norteafricana de Al Qaeda.