Los que está ocurriendo en Filipinas tras el desolador paso de Haiyan es la suma de las miles de tragedias personales. Hombres, mujeres y niños sobreviven rodeados de miles de cadáveres sin agua ni alimentos en medio de los escombros y debajo de los deshechos. Las ciudades huelen a muerte y a desesperación. Todos está a la espera de la primera ayuda y hasta que no lleguen los barcos norteamericanos, el reparto de ayuda es una auténtica pesadilla logística. En el destrozado aeropuerto de Tacloban esperan miles de familias, el objetivo; subir a un avión militar para escapar del horror. Un desastre que ha sorprendido a quince turistas españoles. El Ministerio de Exteriores asegura que aún no han podido contactar con diez de ellos.