La reivindicación ha comenzado a medio día cuando un grupo de migrantes ha protestado por las condiciones de las personas cuya solicitud de asilo ha sido rechazada y esperan la deportación a la vecina Turquía, en aplicación del acuerdo entre la UE y Turquía.
Los enfrentamientos se han producido porque la Policía ha tratado de bloquear a los manifestantes, que se dirigían al recinto del Centro de Recepción e Identificación, donde se lleva a cabo el primer registro de quienes llegan a Lesbos.
Los migrantes atacaron con piedras a la Policía, que respondieron lanzando gas lacrimógeno. Durante la protesta se han quemado dos tiendas de campaña y dos edificios prefabricados. Los migrantes han bloqueado el acceso a los bomberos y han lanzado piedras contra los vehículos de extinción.
El centro de Moria tiene capacidad para 1.500 personas, sin embargo, acoge a más de 4.000, según datos de febrero de 2016 de organizaciones humanitarias trabajando en el terreno. Por estar a más del doble de su capacidad las instalaciones no pueden acoger a todos los internos y muchos deben dormir en tiendas de campaña.