En una rueda de prensa ofrecida desde la misión diplomática, Malaya ha señalado que el reciente secuestro de una pareja alemana --que ha acabado con el asesinato de la mujer-- ha llevado la cuestión de este tipo de retenciones a convertirse en un asunto de máxima prioridad para el Gobierno malasio.
Así lo han tratado el presidente filipino, Rodrigo Duterte, y el primer ministro malasio, Najib Razak, en la reunión que han mantenido este jueves en la sede del Gobierno malasio, tal y como ha informado 'Phil Star'.
"El secuestro en Joló no sólo ha alarmado a los filipinos, sino también a los malasios", ha señalado el embajador. "Filipinas, Malasia e Indonesia se están tomando muy en serio esta cuestión", ha concluido.
El cadáver de la mujer de la pareja alemana fue localizado el pasado domingo por el Ejército filipino a bordo de un barco abandonado. Su marido ha podido anunciar que está vivo, si bien sigue retenido por el grupo islamista Abú Sayyaf, responsable del secuestro de la pareja.
Kantner, al que sus captores permitieron hablar con la prensa por teléfono, no sabía que su pareja, Sabine Isne Merz, de 50 años, había sido asesinada.
Los restos de Merz, hallados en una embarcación abandonada con bandera alemana, serán devueltos a la Embajada germana, según ha confirmado el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Edgardo Arevalo, que ha señalado que Manila no escatimará en esfuerzos por averiguar el paradero del alemán.
La pareja estaba realizando un crucero en un yate privado en la zona de Tankong Luuk Pisuk, en Saba, cuando un grupo armado de Abú Sayyyaf que Kantner describió como 'piratas' la secuestró.
"Los piratas me han secuestrado. No sé donde está sabina. Quizás está viva", ha señalado. "Sabine quedaba detrás de mí cuando los piratas me llevaron a su barco. Minutos después, escuché disparos", ha relatado.
El grupo, conocido por secuestrar a civiles, no ha anunciado ninguna exigencia para el rescate el alemán, que se suma a la lista de 15 rehenes que aún retiene en su poder. Si bien algunos han sido liberados previo pago de rescate, se han dado casos de decapitaciones de otros rehenes cuyo Gobierno ha optado por no pagar, entre ellos los de dos canadienses este mismo año.