Una madre estadounidense se convierte en activista después de descubrir que el agua de su ciudad contenía plomo

Cuatro al día 14/04/2019 12:42

Después de casi medio siglo consumiendo agua del lago Huron, en el vecino Detroit, la crisis hizo que en 2014 la ciudad de Flint volviese a consumir el agua de su río para reducir costes. En este río se habían vertido deshechos de las industrias locales desde 1830, el agua del grifo se volvió marrón y miles de habitantes acumularon niveles de plomo en sangre que comprometieron su salud.

LeeAnne Walters tenía cuatro hijos, a sus mellizos les salió un sarpullido en la piel, su hija empezó a perder mechones de pelo, su hijo mayor enfermó y ella se quedó sin pestañas. Sospechaba que el problema estaba en el agua y se alió con Mark Edwards, un investigador de la Universidad de Virginia Tech, para demostrarlo. Tras un estudio descubrieron que tenía plomo, un neurotóxico especialmente peligroso para los niños en edad de desarrollo.

En 2016 el Estado de Michigan declaró el estado de emergencia, en abril del pasado año se cerraron todos los puntos de suministro pero el problema no está solucionado.

Actualmente, Walters y Edwards han impulsado un modelo de ciencia ciudadana en los Estados Unidos para ayudar a otros a analizar el agua de sus hogares mediante test caseros. LeeAnne estuvo recientemente en Barcelona para compartir su experiencia en la Bienal Ciudad y Ciencia, invitada por el Instituto de Cultura del ayuntamiento.

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