Luto y miedo en Australia

Noticias Cuatro/Agencias 16/12/2014 07:50

Tras las más de 16 horas de angustia en Sidney, el miedo se ha apoderado de los australianos tras recibir un aviso sobre la presencia de un paquete en la zona de cafetería del edificio del Departamento de Asuntos Exteriores en Camberra. Varias dotaciones de la policía y equipos de artificieron se han trasladado al lugar de los hechos y las calles de los alrededores han sido cortadas.

"El paquete localizado en el edificio ha sido declarado como no sospechoso", ha dicho la Policía a través de la red social Twitter. Poco antes, el edificio había sido evacuado por precaución, según ha informado la cadena de televisión australiana ABC.

El aviso ha tenido lugar horas después de que la Policía de Nueva Gales del Sur informara de la muerte del presunto secuestrador y dos de sus rehenes durante el asalto a la cafetería de Sídney, que permaneció más de 16 horas tomada por un supuesto clérigo iraní.

El primer ministro australiano, Tony Abbott, y el presidente del estado de Nueva Gales del Sur, Mark Baird, han declarado el luto oficial por lo que las banderas ondean a media asta en los edificios públicos en señal de respeto y luto por la dos "víctimas inocentes".

16 horas de secuestro y dos rehenes fallecidos

El secuestro comenzó a primera hora de la mañana y concluyó a las 2.10 de la madrugada, cuando se produjo un "enfrentamiento" entre las fuerzas de seguridad y el atacante, Man Haron Monis, de 50 años de edad.

Durante el tiroteo, varias personas resultaron heridas de bala y tanto el secuestrador como dos de sus rehenes fallecieron en el hospital, según el comunicado policial. Otras cuatro personas han resultado heridas, entre ellas una mujer con una herida de bala en el hombro y un agente alcanzado por perdigones.

Las víctimas son una abogada australiana, Katrina Dawson, de 38 años y madre de 3 hijos y el gerente del local, Tori Johnson, de 34 años, que resultó herido tras intentar desarmar al secuestrador cuando comenzó a disparar.

Un conocido de la justicia australiana

El secuestrador, el radical Man Haron Monis, que también ha fallecido, no era una persona desconocida para la policía. El clérigo musulman, iraní de 50 años, estaba en libertad bajo fianza, aunque acusado de delitos muy graves. Su historial está lleno de graves antecendentes: fue condenado el año pasado como cómplice en el asesinato de su esposa y, hace unos meses, por violar a una mujer. Recientemente había sido acusado de acosar por carta a las familias de los soldados fallecidos en Afganistán.