El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, ha condenado lo que ha considerado una escalada de violencia sin precedentes contra Arabia Saudí y ha apelado a la unidad del mundo árabe para frenar las graves amenazas contra la seguridad de Riad.
Aunque no ha acusado directamente a Irán, Gheit ha calificado de intolerables las intervenciones de la nación persa en los países árabes y ha apelado a los miembros de la organización regional a no permitirlo con el fin de garantizar la estabilidad.
Gheit, citado por la cadena Al Arabiya, ha recordado la importancia de que la región permanezca en calma y para ello ha instado a los países árabes a revisar las políticas adoptadas en años anteriores que, según ha reprochado, la han sumido en un ciclo de conflictos.
La última crisis entre Arabia Saudí e Irán, que compiten por ser la potencia hegemónica en Oriente Próximo, se debe a un misil lanzado el sábado por los huthis --apoyados por la República Islámica-- contra territorio saudí, en el marco de la guerra civil en Yemen, en la que ambos países intervienen.
La coalición internacional que lidera Arabia Saudí, y que lucha junto al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi para derrotar a los huthis, ha asegurado que el misil era iraní y ha interpretado esta supuesta transferencia de armas como "un acto de agresión", que --ha advertido-- podría interpretar incluso como un "acto de guerra".
Irán, por su parte, ha negado que haya entregado armamento de ese tipo a los huthis y ha acusado una vez más a Arabia Saudí de conspirar en su contra.