Natural de Ohio, EEUU, Khalil Rafati, sufrió abusos sexuales en su infancia y huyendo de ese infierno llegó a California con 23 años. Allí abrió un negocio de coches deportivos e hico una cartera importante de clientes famosos como Elizabeth Taylor, el guitarrista de Guns N' Roses, Slash, o el actor Jeff Bridges.
Pero aquella vida de éxito no era suficiente. Empezó traficando con marihuana, éxtasis, ketamina y heroína y acabó consumiendo él también. Sufrió dos infartos y con el tiempo perdió su casa y acabó viviendo en los barrios bajos de Los Ángeles. Terminó entre rejas.
No fue hasta 2003, ya en libertad, cuando Rafati logró superar su adicción. Años después decidió ayudar a quienes pasaban por el calvario que había vivido él y fundó un centro de rehabilitación, donde ideó el Wolverine, un smoothie de plátano, dátiles, maca, polen y jalea real, que acabó siendo el zumo estrella de SunLife.
"Estaba pensado para rejuvenecer y dar fuerza a los pacientes", ha explicado al diario New York Times. "El letargo en la primera fase de la sobriedad es bastante brutal, especialmente si vienes de pasar una época larga enganchado a drogas duras", ha añadido. Con el Wolverine el estado de la gente mejoraba notablemente, según su relato.
El efecto de sus zumos se fue extendiendo por todo el mundo. "Muchos extranjeros vinieron al centro solo para disfrutar de uno de mis zumos", ha asegurado. Así se dio cuenta de que debía empezar un negocio.
Hoy tiene seis locales de SunLife Organic en Los Ángeles y recibe visitas de numerosas celebrities como el actor David Duchovny y el cantante de Red Hot Chilli Peppers, Anthony Kiedis.