EEUU estudia separar a los niños de sus padres en la frontera con México

EUROPA PRESS 07/03/2017 03:19

En una entrevista concedida a esta cadena, Kelly ha asegurado que desde su departamento se está considerando esta opción, con el objetivo de "frenar el movimiento a través de esta red terriblemente peligrosa".

"Estoy considerando exactamente eso", ha afirmado, al ser preguntado acerca de esta propuesta. "Ellos (los menores) estarán bien cuidados mientras abordamos la cuestión de sus padres. Para mí es más importante intentar mantener alejada a la gente de esta terrible red", ha añadido.

Kelly ha insistido en que Estados Unidos tiene una "tremenda experiencia" a la hora de tratar con menores no acompañados. "Los llevamos (a los Servicios Sociales) y ellos hacen un excelente trabajo, o bien colocándolos en el sistema de acogida o relacionándolos con sus padres o con los miembros de su familia que están en Estados Unidos", ha agregado.

En un comunicado enviado la semana pasada a la CNN, el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, David Lapan, aseguró que la agencia estaba "explorando opciones" que pudieran "disuadir" a los que tratan de llegar a Estados Unidos "incluso antes de comenzar su viaje".

"La ruta hacia el norte es muy peligrosa, con demasiadas situaciones en las que los niños, a los que llevan sus padres, sus familiares o traficantes de personas, son explotados, víctimas de abusos o incluso pierdan sus vidas", aseguró entonces Lapan.

Menos de una semana después de asumir el cargo, Donald Trump firmó la orden ejecutiva que autoriza la construcción de un muro en la frontera con México, una de las promesas de campaña del republicano.

Para Trump, existe una "crisis" en la linde entre Estados Unidos y México. "Las organizaciones criminales internacionales operan sofisticadas redes de tráfico de drogas y personas y operaciones de contrabando a ambos lados de la frontera sur, contribuyendo a un aumento de los crímenes violentos en Estados", esgrime en la orden ejecutiva.

Además, ha subrayado que, al margen de las cuestiones de seguridad, "la reciente ola de inmigración ilegal en la frontera sur ha supuesto una significativa presión sobre los recursos federales y ha superado a las agencias encargadas de la seguridad fronteriza, así como a las comunidades locales".