"Convendría que un día, no dentro de 28, mañana, que Turquía nos dijera si sí o no quiere ser realmente miembro de la UE, porque hoy todo lo que hacen las autoridades turcas me hace pensar que no quiere estar en línea con el respeto de las normas europeas", ha declarado Juncker en un discurso pronunciado en Brujas (Bélgica).
El jefe del Ejecutivo comunitario ha defendido el acuerdo sellado por los 28 con Ankara para contener el flujo migratorio y de refugiados a Europa y ha reconocido que Turquía es un socio al que la UE "necesita".
Sin embargo, ha querido dejar claro que no está dispuesto a que el interés por las relaciones con este país lleve al bloque a "ceder" en sus principios fundamentales.
En este sentido, Juncker se ha referido expresamente a las negociaciones para la liberalización de visados a los ciudadanos turcos, algo para lo que el Gobierno de Erdogan debe cumplir los 72 criterios establecidos, "especialmente la revisión de la ley antiterrorista".
"Si mañana rechazamos la liberalización de visados, la culpa no recaerá sobre la UE, sino sobre las autoridades turcas. El señor Erdogan tendrá que explicar a los turcos por qué no pueden viajar libremente por Europa como el resto de Europeos, porque será él el que no habrá cumplido las condiciones acordadas", ha zanjado.
Aunque el presidente de la Comisión Europea no ha hecho ninguna referencia expresa a las numerosas detenciones de opositores, periodistas y otros miembros de la sociedad tras la intentona golpista, la UE sí ha mostrado en un comunicado su "profunda preocupación" por la situación en el país.
"Constato con amargura, porque soy amigo de Turquía, que Turquía cada vez se aleja más de Europa", ha lamentado Juncker en su intervención en Brujas, tras constatar la falta de avances en los cambios que se piden a Ankara para eximir de la exigencia de visados a sus ciudadanos.