El proceso contra tres exagentes del Servicio de Inteligencia del Estado (SREL) --incluido un antiguo jefe de la agencia, Marco Mille-- dará comienzo el próximo 29 de noviembre y entre los testigos citados figura Juncker, según recogen los medios locales.
Mille y los agentes André Kemmer y Frank Schneider habrían realizado escuchas ilegales a políticos y hombres de negocios, por lo que se les acusa de delitos contra la protección de la vida privada y contra la protección de datos.
Las escuchas habrían afectado al propio Juncker, ya que la investigación relaciona a los acusados con la ocultación de una grabación encriptada de una conversación entre el entonces primer ministro luxemburgués y el Gran Duque Enrique.
Juncker dimitió como primer ministro luxemburgués en julio de 2013, tras 18 años al frente del Ejecutivo de su país, tras perder su Gobierno la confianza del Parlamento por este escándalo de espionaje y corrupción.
Según la investigación parlamentaria que forzó la caída del Gobierno de Juncker la agencia de Inteligencia del país realizó escuchas ilegales a políticos y ciudadanos, adquirió vehículos para uso particular y aceptó pagos y favores a cambio de acceso a responsables influyentes.