Juncker intensifica contactos con líderes del este y del Báltico

Noticias Cuatro 13/09/2015 17:24

El propio Juncker ha informado a través de su cuenta en una red social que ha hablado vía telefónica este domingo con algunos de los jefes de Gobierno de los países con más reticencias, entre ellos el primer ministro checo, Bohuslav Sobitka, quien ha dicho que es "imposible" que levante su veto a un sistema obligatorio para repartir las plazas de acogida entre los Estados miembros.

Desde su Ejecutivo, confirman llamadas también con el primer ministro húngaro, Viktor Orban; con el eslovaco, Robert Fico; el letón Laimdota Straujuma; la polaca, Ewa Kopacz; y con el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis. El objetivo es subrayar la "solidaridad" de la Unión Europea en esta crisis de refugiados, apuntan desde Bruselas.

Juncker presentó el pasado miércoles un segundo plan de emergencia para dar acogida a 120.000 demandantes de asilo llegados a Italia, Grecia y Hungría, lo que elevaría a 160.000 el número de refugiados que acogería la UE tras un primer programa de 40.000 inmigrantes al que se comprometieron los líderes de la UE en mayo.

Está previsto que los ministros de Interior de la UE den su visto bueno este lunes a la base legal del primer programa, lo que en la práctica permitirá iniciar la reubicación de los primeros refugiados ya este mes de octubre.

Sin embargo, por el momento los Estados miembros apenas han aceptado conceder 32.000 plazas de las 40.000 con que se diseñó el primer plan y está por ver cómo reciben las nuevas peticiones del Ejecutivo comunitario.

La reunión de los ministros fue convocada con carácter extraordinario para tratar de buscar soluciones a la crisis de los refugiados, por la llegada de miles de inmigrantes que escapan de conflictos como el de Siria y tratan de entrar en la UE de forma clandestina y arriesgando su vida.

El plan de Juncker plantea reubicar de manera urgente y con carácter "obligatorio" a 160.000 inmigrantes y prevé la posibilidad de sanciones para los países que rechacen aceptar su parte de solidaridad. También pide crear vías legales de entrada para los refugiados y establecer un mecanismo "permanente" que permita actuar con más agilidad en crisis futuras. La idea de cuotas obligatorias es una de las cuestiones que más reservas ha levantado entre los gobiernos europeos.