La Fiscalía ha señalado que los acusados trabajaron tanto juntos como por separado para apoyar y unirse a las filas de la organización, celebrando reuniones para aprender la ideología del grupo.
Durante las mismas, los acusados habrían visionado vídeos publicados por Estado Islámico, y uno de ellos, identificado como Ahmad Shueiki, habría incitado a los presentes a "destruir a los infieles".
Por su parte, dos de los acusados, Amr al Bayah y Mohamed Hamid, habrían intentado sin éxito viajar a Siria para unirse al grupo y posteriormente planificado atentados en Israel.