Según el informe recogido por la agencia de noticias palestina Maan, el personal de la administración civil de Israel, respaldado por el Ejército, ha asaltado la aldea y ordenó a sus residentes que abandonaran sus hogares.
En los últimos años las fuerzas israelíes han demolido decenas de viviendas y otros edificios, incluido un jardín de infancia, en el área de Jabal al Baba, muchos de ellos construidos con ayuda de la Unión Europea y organizaciones humanitarias.
Jabal al Baba es una de las comunidades beduinas de la región susceptibles a sufrir un traslado forzoso por parte de Israel, ya que está ubicada en lo que Israel llama el Corredor E1, un plan urbanístico para conectar Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumim.
El Gobierno israelí pretende construir miles de hogares en asentamientos exclusivamente judíos en el E1, con lo que rompería definitivamente la continuidad territorial entre la parte palestina de Jerusalén y Cisjordania y sería un paso hacia la división norte-sur de Cisjordania.
Grupos de Derechos Humanos y miembros de la comunidad beduina han criticado duramente los planes de reubicación de la población residente cerca del asentamiento israelí de Maale Adumim y denuncian que la expulsión desplazaría a los indígenas palestinos para expandir la ocupación israelí a través de asentamientos en Cisjordania, en lo que consideran una violación del Derecho Internacional que considera un crimen de guerra la colonización de cualquier zona bajo ocupación militar.