Irán celebra unas elecciones marcadas por la lucha entre conservadores y reformistas

NOTICIAS CUATRO/AGENCIAS 14/06/2013 08:06

Entre ellos destacan las figuras del principal representante de Irán en las negociaciones nucleares con la comunidad internacional, Said Jalili, el más conservador; y Hassan Rohani, el único clérigo de entre los candidatos, negociador nuclear entre 2003 y 2005 y el único de tendencia moderada del grupo.

Otros candidatos son Mohsen Razai, excomandante en jefe de la Guardia Revolucionaria y actual mediador entre el Parlamento y el Consejo de los Guardianes; Alí Akbar Velayati, ministro de Exteriores y actual asesor del líder de Irán, el ayatolá Alí Jamenei; Mohamad Gazari, que se presenta como una figura independiente y moderada, con una postura cercana a Occidente, pero no del todo definida; y Mohamad Bagher Ghalibaf, excomandante de las Fuerzas Aéreas de la Guardia Revolucionaria y exjefe de la Policía.

Los candidatos que retiraron su candidatura son el conservador Gholam Alí Haddad Adel, expresidente del Parlamento y antiguo aliado de Velayati, y el reformista Mohamad Reza Aref. En ambos casos, justificaron su decisión para favorecer a los principales candidatos de sus tendencias.

Peso de la política exterior

En la campaña electoral, durante la que se han celebrado varios debates electorales cuyo formato ha sido duramente criticado por varios de los candidatos, ha tenido un gran peso la política exterior del país, especialmente en torno al programa nuclear.

Pese a que la política nuclear está en manos, principalmente, de Jamenei y de la Guardia Revolucionaria, existen dudas sobre si la entrada en la Presidencia de uno de los candidatos más cercanos a Occidente podría generar una tendencia menos dura, como la del mandato de Mohamad Jatami.

Así, Taghavi recalcó que el derecho a la tecnología nuclear no puede sufrir cambio alguno, independientemente de quién ocupe la Presidencia, y añadió que la política exterior del país se basa en el derecho a la autodeterminación de los pueblos, recogido por Naciones Unidas.

Esta postura no evitó que los exnegociadores nucleares Velayati y Rohani, así como el actual, Jalili, mantuvieran un duro enfrentamiento verbal durante los debates sobre la política de Teherán en este sentido. Esta situación mostró la división existente en la cúpula, ya que todos ellos fueron nombrados por Jamenei y son asesores de su confianza.

El movimiento verde

Los comicios tienen asimismo una gran importancia al ser las primeras presidenciales que se celebran desde 2009, cuando las protestas contra los resultados electorales, enmarcadas en el que fue llamado Movimiento Verde, fueron reprimidas violentamente por las fuerzas de seguridad.

Si bien en esta ocasión no se espera que se produzcan protestas similares, las autoridades ya han tomado medidas como la detención de varios miembros del equipo de campaña de Rohani después de un acto político en Teherán en el que el propio candidato criticó las excesivas medidas de seguridad actuales.

Además, las elecciones marcan el fin del segundo mandato de Ahmadineyad, que, según la legislación, no puede presentarse una tercera vez consecutiva. El futuro del actual presidente dependerá de si se impone en las elecciones algún candidato cercano a su línea política, lo que parece improbable, o a la de Jamenei, en cuyo caso será apartado de la primera línea.

En base a los datos facilitados por el Ministerio del Interior, un total de 50,5 millones de personas tienen derecho a votar. En caso de que ninguno de los dos candidatos logre más de la mitad de los votos, se procederá a una segunda ronda el 21 de junio entre los dos más votados.

Denuncias de ONG

Pese a ello, la organización Human Rights Watch (HRW) ya ha denunciado que los "graves fallos" y los abusos contra los Derechos Humanos cometidos por el Gobierno iraní dificultan cualquier perspectiva de que las elecciones puedan ser "libres y justas".

HRW ha indicado que, a medida que se han acercado las elecciones, las autoridades han endurecido los controles sobre la información, limitando la velocidad de Internet y bloqueando algunos servidores y redes privadas que los iraníes utilizan para eludir el filtrado de las páginas web del Gobierno.

Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha subrayado que los periodistas extranjeros que consigan cubrir las elecciones presidenciales del 14 de junio en Irán se enfrentan a "un gran reto" y espera que puedan informar sobre "la represión efectuada por las autoridades" contra "las libertades fundamentales".