HRW denuncia la ejecución de decenas de rohingya por parte del Ejército de Birmania en Rajine

EUROPA PRESS 04/10/2017 06:51

En su comunicado, la ONG ha indicado que testigos relataron que soldados birmanos golpearon, agredieron sexualmente, apuñalaron y tirotearon a residentes de la localidad de Maung Nu que se habían refugiado en un complejo residencial.

Los sucesos denunciados tuvieron lugar dos días después de los ataques contra puestos de seguridad por parte de milicianos rohingya, que desencadenaron una operación militar a gran escala que ha dejado al menos 400 muertos. Esta operación ha sido denunciada por la ONU como "limpieza étnica".

HRW ha dicho no haber podido verificar de forma independiente el número de civiles que habrían sido asesinados durante la operación, agregando que cuenta con imágenes por satélite que muestras la práctica destrucción total de Maung Nu (conocido localmente como Monu Para) y la cercana Hpaung Taw Pyin (conocida como Pondu Para).

"Todos los horrores de los crímenes contra la Humanidad del Ejército de Birmania contra los rohingya son evidentes en los asesinatos en masa en Maung Nu", ha dicho el subdirector de HRW para Asia, Phil Robertson.

"Estas atrocidades requieren más que palabras por parte de los gobiernos implicados. Son necesarias respuestas concretas con consecuencias", ha recalcado.

La organización ha entrevistado a catorce supervivientes y testigos de Maung Nu y sus alrededores, ahora refugiados en Bangladesh, quienes han dicho que cientos de personas se refugiaron en el complejo residencial, en el que irrumpieron los militares.

Según estos relatos, los soldados se llevaron a decenas de hombres y niños al patio y allí les tirotearon o apuñalaron hasta la muerte, mientras que otros fueron asesinados cuando intentaban huir. Tras ello, cargaron camiones con los cuerpos para llevárselos de allí.

Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha recordado recientemente que los rohingyas llevan décadas despojados de sus derechos civiles y políticos, también de los derivados de la ciudadanía.

En febrero, la oficina de Al Hussein publicó un informe basado en entrevistas a rohingyas que huyeron a Bangladesh por otra operación militar birmana que, según el alto comisionado, ya "sugería" que había ataques "generalizados y sistemáticos" contra los rohingyas, llegando a alcanzar "posiblemente" la consideración de "crímenes contra la Humanidad".

Suu Kyi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, ha hecho frente a numerosas críticas por su postura durante la crisis y ha llegado a denunciar la existencia de "un gran iceberg de desinformación" para "crear problemas" y "beneficiar los intereses de los terroristas".

Así, condenó la semana pasada los abusos en el estado de Rajine pero no realizó alusiones a la limpieza étnica que estarían llevando a cabo las fuerzas de seguridad del país, según denunció la ONU, lo que ha provocado una respuesta fría de la comunidad internacional.

Las autoridades birmanas aseguran que las operaciones en Rajine tienen como objetivo luchar contra "terroristas", pese a las denuncias sobre ataques por parte de las fuerzas de seguridad contra civiles, entre ellos niños.