HRW ha denunciado, asimismo, la situación de la población indígena y de las minorías religiosas en Filipinas y ha insistido en que el Gobierno actúe para evitar la expansión de la epidemia de VIH y mejorar la salud reproductiva de los ciudadanos.
"El presidente Duterte tiene la oportunidad de remediar los fracasos de las anteriores administraciones dándole prioridad a los Derechos Humanos", ha indicado Phelim Kine, director de HRW en Asia. "Duterte debe actuar de forma decisiva y demostrar que su Gobierno protegerá los derechos de los filipinos en aras de acabar con la cultura de la impunidad en el país", ha añadido.
Desde su llegada al poder en julio, Duterte ha frenado el tráfico de drogas mediante el uso de la fuerza, lo que ha levantado la polémica a nivel internacional. Según HRW, el presidente debería desautorizar el excesivo e innecesario uso de la violencia por parte de la Policía y abogar por la protección de los Derechos Humanos.
La impunidad de las fuerzas de seguridad continúa siendo un problema, según la ONG, que ha instado a Duterte a abrir investigaciones en relación con las numerosas desapariciones y muertes en aras de impedir que el Ejército siga persiguiendo a activistas e indígenas en el país.
SANIDAD
El Congreso eliminó en enero los fondos para anticonceptivos, que ayudaban a la población con menores recursos económicos a evitar la transmisión de enfermedades venéreas. Algunos gobiernos a nivel local han intentado adoptar políticas para socavar el cumplimiento de la ley.
Duterte debe presionar al Parlamento para restaurar los fondos destinados a la planificación familiar y asegurar que el Gobierno impedirá que se apruebe cualquier ordenanza que vaya en contra de la distribución de métodos anticonceptivos. En la actualidad, el país sufre la mayor epidemia de VIH del mundo.
"Filipinas se enfrenta a un grave problema de vulneración de los Derechos Humanos, que va desde la precariedad de la salud pública hasta la muerte", ha afirmado Kine. "Para que su presidencia sea un éxito tiene que dejar a un lado su retórica de la brutalidad y presionar a favor de leyes y políticas que supongan un avance en el ámbito de los Derechos Humanos", ha señalado Kine.