Según una fuente consultada por el diario hondureño 'La Tribuna', entre los 1.300 despedidos se encuentran agentes de la Penitenciaría, así como personal operativo y administrativo.
El pasado 20 de noviembre, la Agencia Técnica de Investigación criminal intervino la institución para buscar cierta documentación, y ésta se llevó informes relacionados con la construcción de varios centros penitenciarios.
Si bien oficialmente no hay nada confirmado, de forma extraoficial se ha conocido que los despidos podrían estar relacionados con esta intervención.