La decisión de convocar las elecciones la tomó personalmente el presidente palestino, Mahmud Abbas, y las urnas se abrirán en principio en todos los municipios de Gaza y de Cisjordania, incluida Jerusalén oriental, si es que Israel lo permite.
El hecho de que Hamás concurra a estas elecciones suscitó un sinfín de comentarios acerca de una posible reconciliación entre la organización islamista que gobierna la Franja desde 2007 y Fatah, que mantiene su poder en Cisjordania. Sin embargo, la reconciliación parece tan alejada como siempre puesto que las posiciones que mantienen Hamás y Al Fatá, la formación de Abbas, continúan estando tan alejadas como hasta ahora.
Si las elecciones municipales se celebran finalmente, será posible conocer el peso de Hamás en Cisjordania y el peso de Al Fatá en la Franja de Gaza, sin descartar que puedan producirse sorpresas significativas, según estimaciones de fuentes de la agencia de noticias rusa Sputnik.
En Cisjordania existe una fuerte presión de la policía y de Israel sobre Hamás y los medios de comunicación palestinos apenas informan de la organización islamista, excepto cuando se producen detenciones de sus miembros.
Algo parecido ocurre en la Franja de Gaza, donde la policía de Hamás ejerce una fuerte presión sobre los seguidores de Al Fatá y también son frecuentes las detenciones.