El Gobierno griego aprueba las reformas exigidas por la 'troika' para el segundo rescate

cuatro.com 10/02/2012 18:17

El Gobierno de Grecia ha aprobado el texto por el cual se concretarán las reformas que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) habían exigido al país a cambio de conceder el segundo plan de rescate, de 130.000 millones de euros. Las nuevas exigencias han debilitando al Ejecutivo heleno y crispando aún más a los trabajadores, que han participado en una huelga de 48 horas contra dichas demandas. La viceministra de Asuntos Exteriores, Marilisa Xenogiannakopoulou, ha dimitido para expresar su rechazo a las duras condiciones ligadas al nuevo paquete de rescate que necesita Grecia para evitar la bancarrota. Y dos ministros de LAOS, el más pequeño de los tres partidos que integran el Ejecutivo, también han presentado su dimisión y están a la espera de que Papidemos les diga si la acepta o no. Lukas Papadimos, por su parte, pedía la dimisión de todos los miembros del Gobierno que no estén de acuerdo con los ajustes.

Uno de los ministros que participó en estas discusiones ha confirmado al término del encuentro que el nuevo plan de reformas está "aprobado". Ahora, el texto será presentado ante el Parlamento para su voto el domingo.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, identificó este jueves tres condiciones para la concesión de las ayudas: que el Parlamento griego haya ratificado previamente el plan de ajuste, que el Gobierno heleno identifique ajustes adicionales por valor de 325 millones de euros para 2012 y que los líderes políticos helenos aporten "garantías sólidas" de que aplicarán los ajustes sea quien sea quien gobierne.

Dimisiones en el Ejecutivo

La viceministra de Asuntos Exteriores griega, Marilisa Xenogiannakopoulou, ha dimitido para expresar su rechazo a las duras condiciones ligadas al nuevo paquete de rescate que necesita Grecia para evitar la bancarrota, según ha informado este viernes la televisión pública.

Xenogiannakopoulou, miembro del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), que forma parte del Gobierno de unidad nacional encabezado por el primer ministro Lucas Papademos, ha tomado la misma decisión que ya tomaron el viceministro de Trabajo, del mismo partido, y cuatro ministros de la extrema derecha.

Georgios Karatzaferis, presidente de la Concentración Popular Ortodoxa (LAOS), un partido de extrema derecha, ha dicho este viernes que no puede apoyar con su voto el acuerdo que permitiría a Grecia recibir el segundo paquete de rescate.

Según la Agencia de Noticias de Atenas, los ministros de LAOS, el más pequeño de los tres partidos que integran el Ejecutivo, también han presentado su dimisión y están a la espera de que Papademos les diga si la acepta o no.

Ante esta pérdida de apoyo, Panos Belitis, portavoz del PASOK, ha emitido un comunicado en el que ha pedido a los diputados que respalden el paquete de rescate. "En las cruciales votaciones parlamentarias que tenemos por delante, el interés nacional requiere una actitud responsable y el voto favorable de todos los diputados para que el país pueda salir de la crisis de forma segura", ha señalado.

Papadimos: "Quien no éste de acuerdo no puede permanecer en el Gobierno"

El primer ministro griego ha pedido la dimisión de los miembros del Gobierno que no estén de acuerdo con los ajustes y advierte de que cualquier otro camino llevará al país a la catástrofe. "Es un momento de responsabilidad histórica para este Gobierno y está claro que nadie puede eludirla. "Quien no esté de acuerdo y no vote a favor del nuevo programa no puede permanecer en el Gobierno", afirmó en un día de tensiones y turbulencias en las calles y tras la dimisión de dos de sus ministros, contrarios a a las nuevas medidas de austeridad exigidas por Bruselas.

Trabajadores en huelga y cargas policiales

Los manifestantes que han participado en la huelga han comparado la situación actual con los siete años de dictadura militar. En la plaza Sintagma, frente al Parlamento, se han escuchado canciones reivindicativas de los años 60 y 70, mientras algunos trabajadores del Ministerio de Finanzas, responsable de aplicar los nuevos recortes, han ondeado banderas negras.

"¡No agachéis la cabeza, resistid!", han coreado los manifestantes, que también han rechazado los despidos y los recortes en los salarios y las pensiones.

La huelga ha paralizado el transporte público y, en los principales puertos del país, los barcos se han quedado amarrados. El personal médico y los empleados de la banca tampoco han trabajado este viernes.

El sindicato de funcionarios ADEDY ha denunciado en un comunicado que "las medidas incluidas en el nuevo memorando (UE/FMI) y acordadas entre los tres líderes políticos y el Gobierno son una condena para la sociedad griega". "Ya es hora de que el pueblo se pronuncie", ha añadido.

ADEDY y GSEE, un sindicato del sector privado, representan a cerca de dos millones de trabajadores, casi la mitad de la fuerza laboral griega. Desde que el país recibió el primer rescate, en 2010, han realizado numerosas huelgas.

La Policía ha empleado gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes encapuchados que esaban tirando cócteles molotov, piedras y botellas en el centro de Atenas. Según la Policía, dos agentes han resultado heridos en altercados y tres manifestantes han sido arrestados. El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha señalado que en los próximos días habrá que decidir si se aceptan o no las demandas de los prestamistas y ha advertido de que está en juego la permanencia de Grecia en el euro.

La permanencia en el euro, en juego

Venizelos ha dicho que, para evitar el impago, Grecia no tiene otra opción que aceptar las duras condiciones ligadas al nuevo paquete de rescate, valorado en 130.000 millones de euros, y el plan para reducir su gran deuda.

La votación en el Parlamento sobre las nuevas medidas de austeridad se celebrará el domingo o el lunes, y el ministro ha señalado que la semana que viene habrá que decidir si Grecia acepta las condiciones y permanece en la zona euro o las rechaza y afronta sola tiempos más duros.

"Ha llegado el momento de que tomemos una decisión", ha declarado Venizelos en Bruselas después de que los ministros de Finanzas de los países de la eurozona se negaran a aprobar de forma inmediata el plan de rescate. "Lamentablemente, tenemos que elegir entre unos sacrificios y otros sacrificios aún mayores", ha admitido.

Venizelos ha insistido en que si Grecia quiere continuar usando el euro como moneda y seguir "dentro de Europa, hay que hacer lo que haya que hacer para aprobar el programa" de austeridad "y para que el PSI se complete a tiempo, antes de (...) marzo", cuando vencen 14.500 millones de euros de deuda.

PSI son las siglas de Private Sector Involvement, el programa de reestructuración que prevé una condonación del 50 por ciento de la deuda de Grecia por parte de acreedores privados.

Los recelosos ministros de la zona euro han dado a Atenas un plazo de seis días para demostrar su compromiso con las reformas aprobando una serie de leyes, haciendo un ahorro de otros 325 millones de euros y garantizando que el programa se mantendrá tras las elecciones, que podrían celebrarse en abril.

El plan incluye una reducción del 22 por ciento en el salario mínimo, la eliminación de 150.000 puestos de trabajo en el sector público y la disminución de las pensiones.