El Ejército Popular de Liberación (EPL), que se define como guerrilla, ha enviado una carta al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ofreciendo un diálogo de paz como el emprendido con las FARC y el ELN, pero el vicepresidente, Óscar Naranjo, lo ha rechazado esgrimiendo que para el Gobierno el EPL es una mera banda criminal (bacrim).
El grupo armado ha exigido "garantías plenas" para entablar estas negociaciones de paz, que consisten en una tregua bilateral, reconocer al EPL como guerrilla y "castigar a los agentes del Estado inmersos en 'falsos positivos', como se conoce a los casos de civiles asesinados a manos de policías y militares que los hacen pasar por guerrilleros.
El EPL, por su parte, ha accedido a "discutir y acordar con el Gobierno una agenda mínima que destaque el delito político y el carácter beligerante de la guerrilla colombiana, las garantías para la participación popular en el debate nacional, así como salidas a los acuciantes problemas de la nación".
Naranjo, que dirigió la Policía Nacional de Colombia, ha aclarado que el Ejecutivo no se sentará a la mesa de negociaciones con el EPL. "No se les reconoce como ningún actor político o militar, ni como guerrilla. Para nosotros son solo una expresión delincuencial que tiene que someterse a la ley", ha sostenido.
El 'número dos' ha aclarado que, en consecuencia, la única alternativa que tienen los miembros del EPL a las armas es someterse a la Justicia. "La decisión es perseguirlos, arreciar las operaciones", ha afirmado, según informa la emisora colombiana RCN.
Santos, cuyo mandato expira en agosto 2018, firmó el año pasado la paz con las FARC --la primera guerrilla de Colombia-- y el pasado febrero inició un ansiado diálogo con el ELN --la segunda-- que ha cobrado nuevo impulso gracias a la tregua bilateral que han pactado las partes.