En un comunicado publicado por la Presidencia, Ghani ha tildado el ataque de "inhumano e imperdonable", recalcando que "con este acto los enemigos del pueblo afgano muestran otra vez su odio hacia la población".
Asimismo, ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas, deseando una pronta recuperación a los heridos, según ha informado la cadena de televisión afgana Tolo TV.
Por su parte, Abdulá ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter. "La sangre de nuestro pueblo no es barata y no será desperdiciada", ha agregado.
Fuentes oficiales han confirmado que el atentado se ha saldado con 21 muertos, entre ellos nueve mujeres, y 41 heridos, algunos de los cuales se encuentran en estado crítico.
El atentado ha sido perpetrado por un suicida en el momento en el que trabajadores del Supremo abandonaban el edificio para ir a casa. Las autoridades han asegurado que la mayoría de las víctimas son civiles.
El lugar fue escenario de un atentado similar en junio de 2013 que se saldó con 17 muertos y 39 heridos.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque, si bien los talibán figuran como principales sospechosos, ya que han perpetrado atentados similares en el pasado.