Miles de personas han acudido a Saint Louis, en Misuri, para asistir este lunes al funeral de Michael Brown, el joven afroamericano que murió tiroteado por un policía, reavivando con ello el debate sobre el racismo en Estados Unidos. El cadáver del adolescente de 18 años reposa en un ataúd sobre el que la familia ha colocado una gorra de su equipo preferido.