La semana pasada, 'Carlos Antonio Lozada', jefe guerrillero y miembro de la delegación de las FARC, pidió que los detalles de la amnistía se acuerden antes de que el Gobierno y la guerrilla firmen el último Acuerdo de Paz.
Tras haber llegado a un acuerdo sobre los protocolos que regirán la tregua bilateral y la entrega de armas, el guerrillero pidió que la amnistía se emplace antes del desplazamiento de los miembros de la guerrilla a las zonas de concentración --23 zonas veredales y ocho campamentos-- para el desarme, de manera que se les garantice la seguridad jurídica.
Ahora, en este documento las FARC sostienen que la tercera parte de estos 9.500 son "integrantes directos" y el resto pertenecen a milicias urbanas y al partido comunista clandestino. Si bien aún faltan flecos por cerrar en torno a la amnistía, ya se ha acordado que los guerrilleros de base obtengan un indulto completo para poder reinsertarse en la sociedad.
Sin embargo, los altos mandos tendrán que someterse a la Jurisdicción Especial para la Paz, donde serán juzgados; y la amnistía no se prevé para delitos de lesa humanidad.
Este mismo martes, continuarán las negociaciones en La Habana en torno a este documento para poder alcanzar lo antes posible un acuerdo sobre la amnistía a los guerrilleros.