El VIS es la base de datos que permite a los países que pertenecen al espacio Schengen comprobar las huellas dactilares y datos biométricos de las personas para combatir el fraude en visados y robo de documentos de identidad y atajar la inmigración irregular, el terrorismo y delitos graves.
Rumanía y Bulgaria podrán consultar la base de datos pero no tendrán derecho a introducir dato, modificar o eliminarlos.
Los Gobiernos europeos todavía no han dado luz verde a la entrada de Rumanía y Bulgaria en la zona Schengen, algo que permitiría eliminar los controles sistemáticos en la frontera con estos dos países.
La decisión requiere el visto bueno unánime de los Gobiernos, aunque Francia y Alemania han venido frenando su entrada.
Y eso a pesar de que tanto el Consejo como la Eurocámara reconocieron ya en junio de 2011 que ambos países cumplen todas las condiciones para ello, tal y como también ha constatado la Comisión Europea.