"La reinstalación de refugiados seguirá siendo una respuesta humanitaria a la situación mundial y no un instrumento más de la UE para lograr objetivos distintos en política exterior o para controlar las fronteras de terceros países", ha asegurado la ponente de la posición de la Eurocámara, Malin Bjork (Izquierda Unitaria).
Las nueva reglas prevén procedimientos comunes para la admisión y traslado de refugiados que hayan solicitado protección internacional a los Estados miembros desde terceros países. En la actualidad, la acogida de refugiados se tramita a través de planes nacionales, multilaterales o iniciativas específicas.
La Comisión Europea ha propuesta una ayuda económica de 10.000 euros por persona acogida, como apoyo comunitario al desarrollo del programa común.
Los eurodiputados, que han respaldado el nuevo marco con 37 votos a favor, 20 en contra y dos abstenciones, piden que se conceda a los refugiados trasladados el estatus de refugiado con carácter prioritario y se les facilite la residencia permanente. Los Estados miembros deberían, además, favorecer la reunificación familiar y prever el traslado conjunto de los miembros de una misma familia.
El proyecto europeo se basaría en el programa humanitario de la Agencia para el Refugiado de Naciones Unidas (ACNUR), por lo que se basaría en los criterios de la agencia internacional para seleccionar a los refugiados y asegurarles un viaje seguro a la UE.
Los eurodiputados reclaman a la Unión Europea que responda a al menos un 20% de las necesidades globales de acogida que marque ACNUR, lo que este año equivaldría a recibir en suelo comunitario a 240.000 refugiados.
Además se pide que los refugiados acogidos a través del nuevo marco puedan también participar en programas de integración que les ayuden a iniciar nuevas vidas "tan pronto como sea posible".
"No hemos olvidado la seguridad al negociar el nuevo marco de reasentamiento. Las personas que no logren pasar con éxito los controles de seguridad establecidos en el Sistema de Información de Schengen (SIS) serán automáticamente excluidas", ha explicado el eurodiputado del PP Agustín Díaz de Mera.
Otra de las claves introducidas por los eurodiputados es que la política de reinstalación de refugiados "no puede estar condicionada a la cooperación" en materia de control de fronteras, como se hizo, por ejemplo, en el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para contener el paso a Grecia.
"Tenemos la obligación legal de ayudar a quienes huyen de la guerra o la persecución, y ello no debería estar ligado a medidas para evitar la migración ilegal hacia Europa", ha subrayado la eurodiputada del grupo Socialistas y Demócratas (S&D) Birgit Sippel.