El Ejército de Sudán del Sur niega haber recibido la carta de dimisión del general Thomas Cirillo

EUROPA PRESS 14/02/2017 02:50

El portavoz del Ejército, Lul Ruai, ha resaltado que "no se ha recibido una carta oficial de renuncia", si bien ha agregado que "se ha confirmado la dimisión por otras fuentes", según ha informado la emisora local Eye Radio.

Cirillo presentó su dimisión asegurando que se fundamentaba por la "limpieza étnica" cometida por el Ejército bajo el mando del presidente, Salva Kiir. Asimismo, denunció crímenes contra la Humanidad perpetrados contra miembros de otras etnias y opositores.

"El presidente y los mandos del Ejército han seguido el programa de limpieza étnica, expulsión de tierras ancestrales y dominación étnica del Consejo de Notables de Jieng (JCE)", al que consideró el "auténtico Gobierno", afirmó Cirillo en su carta de dimisión, difundida por redes sociales.

En concreto, Cirillo denunció que la violencia que estalló en diciembre de 2013 y que enfrentó a las fuerzas leales a Kiir con las leales al expresidente Riek Machar estaba "planificada y orquestada" ello provocó "miles de inocentes muertos y millones de desplazados, virtualmente prisioneros".

Cirillo considera que el Ejército se ha convertido en "una fuerza partidista y tribal solo leal al presidente Salva Kiir y al jefe del Estado Mayor, Paul Malong". "Miembros del Ejército han perpetrado asesinatos sistemáticos, violaciones y quema de aldeas y se han apropiado de propiedades ajenas", aseguró.

En respuesta, Kiir negó que el Ejército del país se haya convertido en una institución tribal, afirmando que "hay gente que, cuando está del lado del Gobierno y el Ejército, aprecia el trabajo de las Fuerzas Armadas, pero cuando se va dice que es un Ejército tribal".

La rivalidad entre Kiir, de etnia dinka, y el exvicepresidente y líder rebelde Riek Machar, que es nuer, se tradujo en un primer conflicto en diciembre de 2013, cuando el presidente del país decidió cesar a Machar como su 'número dos'.

El conflicto entre los dos bandos terminó con un acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 y que implicaba el regreso de Machar a para que volviera a ser nombrado vicepresidente del país, nombramiento que llegó en abril de 2016.

Sin embargo, las continuas violaciones del pacto y los graves combates de julio llevaron al cese de Machar, que fue relevado en el cargo por el general Taban Deng Gai.

En diciembre, la ONU alertó de que el país está al borde de una guerra étnica generalizada a menos que la comunidad internacional intervenga y convenza a las partes enfrentadas de entablar un diálogo que lleve de forma definitiva a la paz.