El hallazgo de dos cascos que pertenecieron a soldados nazis en un cuartel de la localidad de Donaueschingen, en la Selva Negra, ha levantado la polémica en el país, donde el Ministerio de Defensa había puesto en marcha una investigación sobre la presencia de simpatizantes de extrema derecha en el seno de las Fuerzas Armadas.
"El inspector general Volker Wieker ha ordenado registrar los cuarteles para detectar otros posibles objetos pertenecientes a militares de la Alemania Nazi", ha aseverado un portavoz del Ministerio de Defensa.
Las fuerzas de seguridad han descubierto, además, una habitación decorada con objetos propios del Ejército de la Alemania Nazi, según ha informado la televisión pública alemana ARD.
La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, ha indicado que el Ejército debe acabar con todo vestigio del nacionalsocialismo. "Se trata de la reputación de nuestras Fuerzas Armadas", ha aseverado.
"Ahora debemos investigar con todo rigor y en todas las dependencias del Ejército", ha aseverado Von der Leyen. "Esto acaba de comenzar y seguramente aparezcan más cosas. No hemos pasado lo peor", ha afirmado.
El Ministerio de Defensa puso en marcha una investigación para detectar posibles antisemitas y simpatizantes de la extrema derecha en el Ejército después de que un alto cargo se hiciera pasar por un refugiado en un intento por llevar a cabo una serie de ataques de carácter xenófobo.
"Es necesario que haya indicios para profundizar en el asunto", ha manifestado la mandataria, que ha alertado de que 18 militares han sido expulsados del Ejército durante los últimos cinco años por simpatizar con el ideario nazi.
Por otra parte, Von der Leyen ha pedido perdón por haber criticado el "débil liderazgo" del Ejército a la hora de luchar contra el racismo y el antisemitismo.