El Comando Sur del Ejército israelí ha explicado que los cuerpos fueron hallados en operaciones adicionales en el túnel, que llegaba a territorio israelí y penetraba hasta dos candidatos en su interior. El túnel llevaba "años" en construcción, pero fue detectado por los israelíes, que procedieron entonces a su demolición desde territorio israelí.
Las autoridades israelíes han rechazado a lo largo de la semana las peticiones para recuperar los cuerpos de los milicianos se incluso se ha señalado que no se devolverían hasta que los palestinos entreguen los cuerpos de tres soldados israelíes muertos hace tres años.
Además, Israel sigue construyendo un sistema de barrera subterránea alrededor de la Franja de Gaza para detectar cualquier intento de penetración en territorio israelí. La valla estará terminada dentro de dos años.
Desde el grupo Yihad Islámica Palestina al que pertenecían los milicianos han asegurado que los cuerpos "no seguirán en manos de Israel por mucho tiempo". El grupo ha reconocido que el túnel buscaba infiltrarse en territorio israelí para secuestrara israelíes y así intercambiarlos por milicianos palestinos.