Es “una solución para la paz y para el país”, celebró el presidente ecuatoriano en Twitter. “El Gobierno sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan. ¡Se recobra la paz y se detienen el golpe correísta y la impunidad!”. Así anunciaba Lenín Moreno en la red social el acuerdo para derogar la reforma económica que provocó las violentas protestas en el país.
Después de 11 días de marchas, enfrentamientos y resistencia indígena en las calles de Quito, cuatro horas de negociación sirvieron para que Lenín Moreno aceptara dejar sin efecto el decreto sobre la supresión de los subsidios que disparó el precio del diésel y la gasolina en 123%, y arrojó a las calles a miles de indígenas, en protestas que dejaron siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos.
Miles de personas celebraron en la calle el acuerdo golpeando cacerolas y cornetas felices por el fin de la peor crisis en Ecuador en casi dos décadas.
Las protestas estallaron el pasado 2 de octubre paralizó el transporte y la distribución de petróleo -la mayor fuente de divisas- del país. Lenín Moreno decretó el estado de excepción y movilizó a las Fuerzas Armadas que reprimió duramente el estallido social.