"Dimito de mi puesto como director de la Oficina de Ética del Gobierno y se hará efectivo el miércoles, 19 de julio de 2017", explica Shaub, que considera su labor de los últimos años "el mayor privilegio y honor" de toda su carrera. Fue nombrado por el anterior presidente, Barack Obama.
Shaub ha aplaudido la labor de la oficina que abandona y ha subrayado que los funcionarios seguirán trabajando bajo la premisa de que "el servicio público es una confianza pública", lo que implica que todos los miembros del Gobierno "sean leales a la Constitución, a las leyes y a los principios éticos por encima de cualquier ganancia".
Shaub ha tenido en estos últimos meses abiertas discrepancias con el actual presidente, Donald Trump, a quien recriminó la decisión de ceder el control de sus activos empresariales a sus dos hijos en lugar de desmarcarse más claramente de ellos. La Oficina de Ética y la Casa Blanca también se habrían enfrentado por las exenciones supuestamente concedidas a decenas de antiguos lobistas que ahora trabajan para la Administración.