En plena operación para extirpar lo que parecía un carcinoma broncogénico, los médicos no salieron de su asombro al descubrir lo que realmente era: un cono de tráfico de juguete. El paciente de Reino Unido, de 50 años de edad, se tragó la pieza cuando era niño en 1974 y estuvo durante 40 años en el pulmón derecho.
Según informa CNN, el hombre recordó haberse tragado la pieza cuando tenía 7 años. A los 46 años, comenzó a sufrir una tos crónica y, preocupado, acudió al médico, donde le dijeron que tenía neumonía, engrosamiento y rigidez en el pulmón afectado.
Después de meses de tratamiento, acudió a otra clínica que, tras un exhaustivo examen médico, le diagnosticaron un tumor en el pulmón derecho y una infección: “Actuamos muy rápido porque una infección bacteriana puede extenderse a otras partes del cuerpo, por fuera de los pulmones”, explica un facultativo al citado medio.
Después de la cirugía, los médicos conocieron que se trataba de una pieza de juguete que “había sido absorbido por el revestimiento de la mucosa bronquial (conducto de aire) desarrollado a su alrededor”. Una de sus vías respiratorias “fue capaz de remodelarse y adaptarse a la presencia de este cuerpo extraño”.
Los médicos aseguran que, de no haberse tratado de un plástico inofensivo, las consecuencias para el paciente podrían haber sido fatales: infección, neumonía y cicatrización de los pulmones.