Según la versión de la Policía, en un interrogatorio el joven confesó querer cometer un ataque contra israelíes en venganza por la muerte de su primo, que murió hace seis meses a manos de las fuerzas israelíes tras protagonizar un ataque similar, ha publicado 'Haaretz'.
El joven levantó las sospechas de la guardia fronteriza junto a la Tumba de los Patriarcas y tras ser cacheado se le incautó un cuchillo.