Los detenidos procedían de una antigua república soviética, según ha explicado un portavoz de interior, que no ha dado más detalles sobre el caso. Las autoridades han abierto una investigación formal por posesión de munición.
Las autoridades rusas se encuentran en alerta tras el atentado del pasado 3 de abril en el que un individuo se inmoló con una bomba en un vagón del metro de San Petersburgo y mató a 14 personas. El responsable fue Akbarzhon Jalilov, un ciudadano ruso de etnia uzbeca nacido en Kirguistán.