El PMA ha advertido en varias ocasiones del riesgo que existe de que se produzca una catástrofe humanitaria en provincias como Kasai Oriental debido a la violencia.
A pesar de que el programa de Naciones Unidas ha puesto en marcha una serie de operaciones de emergencia en el país, los recursos son insuficientes. "Estamos decepcionando a los que más nos necesitan", ha aseverado Claude Jibidar, representante del PMA en RDC.
"Hemos supuesto una gran diferencia, pero sin donaciones inmediatas, muchos morirán, especialmente niños y mujeres", ha añadido, según recoge un comunicado.
Al menos 1,5 millones de personas han tenido que abandonar sus viviendas en Kasai debido a la inseguridad y unos tres millones sufren inseguridad alimentaria severa debido a las dificultades a las que se enfrentan a la hora de obtener alimentos.
De los 7,7 millones de personas en RDC que sufren inseguridad alimentaria severa, un 40 por ciento de ellas viven en la región de Kasai, donde se han atacado hospitales, clínicas y escuelas y se han destruido cultivos y aldeas enteras.
La actuación del PMA en la región ha permitido ofrecer asistencia a unas 115.000 personas en octubre y otras 225.000 en noviembre, cuando al menos 13.500 niños recibieron comida de refuerzo.
Jibidar ha aseverado que la desnutrición no pone únicamente en peligro la vida de las personas sino que, además, "obliga a la población a prostituirse e incrementa el riesgo de ser víctimas de la violencia sexual".
"Los aliados del Gobierno deben hacer todo lo que esté en su poder para evitar que Kasai caiga en una espiral de catástrofes humanitarias de larga duración, tal y como ha sucedido en otras regiones", ha insistido.