En su informe, titulado 'Seguridad y protección del personal humanitario y protección del personal de Naciones Unidas', Guterres ha detallado que en ese periodo de tiempo murieron 28 miembros del personal civil de la ONU, a los que se suman 51 trabajadores de organizaciones humanitarias.
El documento recoge que los ataques contra instalaciones de la ONU aumentaron de 35 en 2015 a 56 en 2016, lo que lo convierte en el peor año desde que existen registros, siendo el personal femenino y local el más vulnerable.
"La inseguridad mundial no parece estar disminuyendo", ha dicho Guterres, resaltando que "el continuado aumento del número de incidentes de género contra el personal femenino de la ONU merece una atención particular".
Sin embargo, el documento destaca que el número de víctimas entre el personal civil de la ONU ha descendido a uno de los niveles más bajos en los últimos cinco años, afirmando que se debe al incremento de las capacidades de seguridad de la organización.
Asimismo, expresa su preocupación ante la propaganda del grupo yihadista Estado Islámico contra el personal del organismo internacional y las instituciones diplomáticas internacionales, incluida la ONU.
"La protección del personal humanitario y de la ONU es una responsabilidad colectiva de la comunidad internacional", ha señalado Guterres, reclamando a los países de acogida que lleven a la justicia a los responsables de crímenes contra Naciones Unidas.