Dastis ha reclamado "que haya una coordinación entre Estados Unidos y la Unión Europea" en sus respectivas acciones con el objetivo de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, "cumpla" su compromiso de negociar con la oposición una salida al conflicto "y que no se quede en falsas promesas", han explicado fuentes diplomáticas.
Los ministros de Exteriores de la UE aprobaron en noviembre un embargo de armas y de equipos a Venezuela susceptibles de ser utilizados para la represión interna y aprobaron la base jurídica para poner imponer sanciones selectivas a dirigentes del régimen --congelación de activos y prohibición de entrada a la UE-- en caso necesario.
Aunque los Veintiocho evitaron sancionar a dirigentes venezolanos concretos dejaron claro que las sanciones "se utilizarán de manera gradual y flexible y podrán ampliarse, dirigiéndose contra quienes participan en el incumplimiento de los principios democráticos y del Estado de Derecho y la violación de los Derechos Humanos".
La Administración de Donald Trump ha ido mucho más lejos en las sanciones. El pasado mes de julio, sancionó a más de una decena de altos cargos venezolanos, incluido el propio Maduro y en agosto las amplió a otros ocho dirigentes del régimen, incluido un hermano del presidente fallecido Hugo Chávez. También aprobó sanciones económicas para restringir la financiación al régimen.