Breve foto de familia para cerrar una cumbre que Obama preferirá olvidar. Se va, como llegó: con las manos vacías. No ha sumado ni un sólo apoyo para atacar Siria; su ansiada coalición internacional se reduce a Turquía y Francia y ese fracaso parece que le quita el sueño . Esta mañana, café en mano, ha llegado a la reunión para seguir intentando convencer a los europeos. Con Putin, ni el más mínimo contacto. Hoy sólo se han mirado de reojo; en la foto de familia, ni eso. A Obama, anoche, se le borró pronto la sonrisa. Más cuando el presidente ruso sacó por fin el tema de Siria y la mayoría defendió una salida política al conflicto. Y esta la falta de apoyos está aumentado en casa el rechazo entre los congresistas y la opinión pública. El jueves, el senador republicano McCain, quien sí apoya a Obama, tuvo que aguantar como una mujer siria le echaba en cara su apoyo a los rebeldes, a los que califica de terroristas. No ayudan tampoco imágenes como las difundidas por New York Times, un video en el que ejecutan a varios soldados sirios.