Las familias de los 359 presos que murieron en el incendio declarado el pasado miércoles en la cárcel de Comayagua, en el centro de Honduras, han irrumpido en la morgue de Tegucigalpa para exigir que les entreguen los cadáveres de sus parientes.
Según el diario 'El Heraldo', los familiares de las víctimas se han abalanzado contra el cordón de seguridad formado por policías y militares para impedir la entrada a la morgue de la capital, algo que no han podido evitar.
Una vez dentro de las instalaciones, los familiares han intentado abrir las bolsas que albergan los cadáveres para localizar a sus parientes y llevárselos, aunque las fuerzas de seguridad se lo han impedido.
Tras su fracaso, han exigido entre llantos a las autoridades hondureñas que agilicen la identificación de los cadáveres, aunque éstas ya habían advertido de que el proceso sería lento, debido al estado en el que han quedado algunos cuerpos.
Algunos familiares se han desmayado debido la impresión que les ha causado ver los cadáveres amontonados, por lo que ha tenido que intervenir el personal de Cruz Roja.