El llamado Equipo de Investigación Conjunto de Incidentes (JIAT, por sus siglas en inglés) ha declarado además que la coalición saudí violó las "reglas de enfrentamiento" y deberá establecer una compensación económica a las familias de las víctimas, de acuerdo con las conclusiones del informe.
Según el documento, cuyas conclusiones han sido publicadas por la agencia oficial de noticias saudí, SPA, la operación se basó en una información proporcionada por "una parte afiliada a la Presidencia de la Jefatura del Estado Mayor de Yemen", en referencia a las fuerzas del Gobierno yemení contrario a los rebeldes huthis, "sobre una supuesta concentración de líderes rebeldes armados, que describió como un blanco legítimo".
A continuación, "el Centro de Operaciones Aéreas de Yemen aprobó una 'misión de apoyo aéreo' sin obtener aprobación del mando de la coalición para garantizar que el objetivo estaba despejado de civiles". Fue un aparato de la coalición, "que se encontraba en la zona", el que efectuó el ataque.
Como resultado, al menos dos bombas impactaron en un salón de ceremonias donde se habían congregado cientos de personas para despedir al padre del autoproclamado ministro huthi del Interior, Jalal al Ruwaishan, miembro del gabinete rebelde que ha asumido el poder en la capital y varios puntos del país. Además de las víctimas mortales, fuentes oficiales calculan que en torno a 500 personas resultaron heridas en el ataque.
Por todo ello, el JIAT ha concluido la necesidad de emprender "las acciones oportunas contra los responsables del incidente y ofrecer una compensación a las familias de las víctimas". El comité está pendiente todavía de ofrecer su propia estimación sobre el número de muertos y heridos "pero se anunciarán los resultados cuando las investigaciones hayan terminado por completo".