El origen de esta caida se remonta a hace diez años cuando el vehículo que conducía fue fotografíado rebasando los límites de velocidad. Para escapar a las consecuencias acordó con la que en aquella época era su mujer, Vicky Pryce, que ella se auntoinculparía de ser la conductora, cosa que hizo al ser preguntados por los agentes de tráfico.
El vuelco a la historia viene tras abandonar Huhne a su esposa por una amante. Ante esta traición, Vicky Pryce, recide contar la verdar y delatar a su exmarido, algo que les ha costado una condena de ocho meses de cárcel a los dos.
Antes del escándalo, que le costó su puesto en el gabinete, Huhne era uno de los posibles líderes de los demócratas liberales, socios menores de los conservadores en el gobierno de Reino Unido.