Tanto EEUU como la UE consideran que las autoridades chinas ejercen un papel absolutamente condicionante en la economía nacional, que distorsiona el comercio bilateral e impide la fijación mercantil de los precios.
El Gobierno chino ya ha anunciado que apelará su estatus actual ante la OMC, según la nota del Ministerio, recogida por la agencia oficial de noticias china, Xinhua.
La contundente respuesta del Ministerio de Comercio es un paso más en la línea de tensión ascendente entre Pekín y Washington, ante el temor de que la Administración Trump responda a lo que considera son prácticas comerciales "injustas" de China, y su falta de voluntad a la hora de perseguir delitos contra la propiedad intelectual.