En un comunicado, el Ministerio de Defensa británico ha contado que el 'dron' lanzó un misil en el lugar en el que estaba prevista la ejecución y acabó con la vida de un guardia del grupo terrorista, además de provocar que se dispersaran del lugar todas las personas que habían acudido a presenciar "la atrocidad".
"Cuando una furgoneta descargó a dos prisioneros esposados frente a la multitud, quedó claro que Daesh estaba organizando una ejecución pública. Dado el elevado número de civiles presentes, el equipo del 'Reaper' no pudo atacar directamente a los combatientes de Daesh que estaban a punto de llevar a cabo los asesinatos", ha explicado el departamento que dirige Michael Fallon.
Ante esta situación, las Fuerzas Armadas británicas decidieron atacar a "dos extremistas armados que estaban como centinelas en la azotea de un edificio vigilando el lugar". "Un misil Hellfire fue disparado de inmediato y logró un impacto directo no solo matando a uno de los centinelas sino también deteniendo de inmediato la ejecución porque los combatientes de Daesh huyeron del lugar y la multitud se dispersó", ha relatado.
Un día después de este ataque, varios cazabombarderos Eurofighter Typhoon de la Fuerza Aérea británica realizaron misiones de patrulla en Siria y atacaron con éxito a un equipo de morteros de Estado Islámico que estaba disparando contra las Fuerzas Democráticas Sirias a unas cinco millas al norte de Raqqa.