Muere un joven palestino al ser herido e impedir que recibiera asistencia médica

Noticias Cuatro/agencias 14/07/2014 13:51

Al Badari y otro joven lanzaron piedras contra los soldados israelíes desplegados en la zona, que respondieron con munición real. El joven resultó herido de bala y murió desangrado 40 minutos después pese a la presencia de personal sanitario que se había desplazado a la zona, ya que los militares israelíes impidieron que le trataran, según denuncia el Centro Internacional de Medios de Oriente Próximo (IMEMC, por sus siglas en inglés).

Diversos grupos de la sociedad civil palestina han informado de enfrentamientos entre palestinos y fuerzas israelíes en diversos puntos de Cisjordania en respuesta a las incursiones militares para detener a sospechosos, incluidos once diputados palestinos. Los israelíes han empleado bombas de gas lacrimógeno, balas de acero recubiertas de goma y munición real y han confirmado 25 detenciones.

Los soldados israelíes "estaban escondidos y cuando aparecimos, salieron y empezaron a disparar contra nosotros. Huimos, pero pronto nos percatamos de que Munir no estaba", ha relatado un testigo presencial en declaraciones a Reuters bajo condición de anonimato.

El conductor de la ambulancia que acudió a la zona, Abdel Muaez al Yarsawi, ha relatado que los militares les impidieron el paso y luego se intentó reanimar a Al Badarin, que tenía dos heridas en la parte baja de la espalda. El joven fue trasladado a un hospital palestino cercano donde finalmente falleció, según Al Yarsawi.

Ataque a un centro de discapacitados

En el ataque, ocurrido el sábado, murieron dos personas y otras cuatro resultaron heridas y se encuentran ingresadas en el hospital con graves quemaduras y heridas de metralla, ha informado el Centro Internacional de Medios de Oriente Próximo (IMEMC). Al ocurrir en fin de semana, sólo 5 de los 19 usuarios del centro se encontraban en las instalaciones.

"La bomba penetró justo por el tejado", ha relatado Mohammad Bahri, un vecino del inmueble de 22 años, en declaraciones al diario británico 'The Guardian'. "Sobre las 4.30 de la madrugada dos drones realizaron los disparos de aviso y después bombardearon", ha explicado.

Sin embargo, los usuarios no tenían capacidad para salir del edificio a tiempo. "Los residentes apenas se podían mover. Estaban en cama o en silla de ruedas y no pudieron escapar", ha explicado otro vecino.

La propia directora del centro ha reconocido que hubo un disparo de advertencia, pero "nadie entendió lo que significada". "Nadie podía imaginarse que el centro sería atacado por nadie", ha relatado, en declaraciones a 'The New York Times'.

Otros residentes han destacado que no ha habido ningún lanzamiento de cohetes desde esta zona. "Aquí no hay resistencia. He oído que hay una persona afiliada a Yihad Islámica, pero no estaba aquí, y sólo lo supe después del ataque", ha indicado Imad Abú Shedek.