Casualmente, cuando los asistentes de vuelo vinieron a pedirle consejo, el urólogo del Instituto de Urología y Riñón Glickman de la Clínica Cleveland descubrió que estaba sentado al lado de la doctora Stefanie Ortolan, pediatra francesa. La pareja fue llevada a Ogyndipe, que se quejaba de dolores en el pecho y mareos. Estaba teniendo contracciones cada 10 minutos, informa Daily Mail.
Mientras las azafatas cuidaban de la hija de Toyin, Amy, de cuatro años, los médicos usaron instrumentos y suministros en el botiquín médico del vuelo para controlar rutinariamente su presión sanguínea, tasa de oxígeno y pulso.
En una hora, las contracciones eran cada vez más frecuentes. Primero cada siete minutos, luego cada cinco y finalmente con solo dos minutos de diferencia. "Mi plan inicial era monitorearla y controlar sus signos vitales, pero hicimos un examen cervical y fue entonces cuando rompió aguas", indicó.
Finalmente, Toyin, una banquera nigeriana, que vive y trabaja en Reino Unido, dio a luz a su hijo de forma segura y sana tras empujar durante media hora. Sij utilizó cordones de zapatos para atar y cortar el cordón umbilical de Jake, el pequeño bebé, que ahora tiene un pasaporte estadounidense porque nació sobrevolando el espacio aéreo de EEUU.
El doctor Hemal se mostró feliz de que todo saliera bien y aliviado de que todo pasara antes de beberse el champán. Su mayor miedo fue que la madre muriera desangrada o de un shock tras dar a luz al bebé.
Al aterrizar en Nueva York, Toyin y sus hijos fueron trasladados a un hospital. Al día siguiente, fue dada de alta y se recupera en casa de unos amigos en New Jersey. El doctor Hemal recibió un cupón de viaje y una botella de champán de Air France.