Desde la masacre de Newtown, ocurrida el pasado viernes y en la que fallecieron 27 personas, Obama ha abogado por adoptar medidas para impedir tragedias de este tipo y ha sugerido, de forma velada, un mayor control sobre la venta de armas.
Carney ha confirmado este martes que el presidente respalda los esfuerzos de la senadora demócrata Dianne Feinstein para recuperar el veto sobre las armas de asalto que expiró en el año 2004. En este sentido, el portavoz de Obama ha advertido de que "no se ha hecho lo suficiente para resolver el azote de la violencia".
La Casa Blanca, sin embargo, no da plazos cerrados para la aprobación de nuevas medidas y este martes se ha limitado a repetir lo dicho en los últimos días. Carney ha afirmado que la intención de Obama es dar pasos "en las próximas semanas".