Aumentan a siete los fallecidos durante las protestas contra la corrupción y la ley electoral en Irak

EUROPA PRESS 11/02/2017 16:56

Los manifestantes y testigos de medios como la agencia de noticias kurda Rudaw habían denunciado que la Policía empleó munición real para dispersar a los manifestantes saderistas, que se encaminaban hacia la llamada Zona Verde, donde se encuentran la mayoría de las embajadas, para denunciar una vez más la corrupción institucional, y pedir una reforma de la comisión que supervisará los comicios presidenciales del próximo mes de mayo.

"Los manifestantes solo pedían la sustitución de la comisión electoral porque creen que está controlada por los partidos en el Gobierno", ha explicado el portavoz político de Al Sadr, Jawad al Jiburi. Ayad Shamari, miembro del bloque parlamentario saderista, indicó que esta comisión "debería quedar al margen de cualquier interferencia política".

El clérigo, tras conocer los episodios de violencia, ha pedido a sus partidarios que emprendan una "retirada táctica" al tiempo que responsabilizó al Gobierno de la pérdida de vidas y advirtió que su siguiente protesta tendría un carácter más agresivo.

El clérigo achacó además que en la represión contra los manifestantes actuaron "elementos desconocidos" que emplearon "fuerza excesiva". El religioso, de enorme influencia en la población iraquí y cuyas milicias del Ejército del Mahdi protagonizaron algunos de los momentos más violentos en la guerra de Irak, ha pedido la intervención de Naciones Unidas para "proteger las vidas de los participantes en manifestaciones pacíficas.

Las fuerzas de seguridad iraquíes han respondido en un comunicado que los manifestantes se salieron de las zonas designadas para la manifestación, que las fuerzas de seguridad "actuaron de acuerdo con su deber legal y constitucional", y que tras los enfrentamientos se incautaron de armas y cuchillos en posesión de los manifestantes.

Según los testigos de la agencia, la Policía permitió el desarrollo de la protesta hasta que los manifestantes, como han intentado en ocasiones previas, trataron de cruzar el puente de Jamhuri, que lleva al barrio diplomático.

El primer ministro, Haider Al Abadi reafirmó, a través de un comunicado recogido por la agencia kurda Rudaw, "el derecho a la manifestación pacífica" pero recordó que va acompañado del "derecho a la preservación de la seguridad de los ciudadanos y la protección de las propiedades pública y privada".