Es el tercer ataque de envergadura de las últimas semanas en la ciudad, centro de una disputa entre el Gobierno de Bagdad y la región del Kurdistán por los derechos territoriales y de explotación de crudo.
"El terrorista suicida detonó su vehículo frente a la entrada del cuartel y después atacaron dos hombres con chalecos explosivos, armados con AK47 y granadas, pero los guardias acabaron con ellos", informó un agente.
La mayor parte de los daños fue causada por la detonación del vehículo, que transportaba una gran cantidad de explosivos. La explosión abrió un agujero en la fachada del edificio, destruyó los vehículos cercanos y una sede cercana del Gobierno iraquí.