La explosión ha causado además varios heridos, según el Observatorio, una organización con sede en Londres, pero con una amplia red de informantes dentro de Siria.
El campamento acoge a unos 75.000 desplazados, incluidos miembros de grupos rebeldes que combaten tanto a las fuerzas del Gobierno del presidente Bashar al Assad, como a los yihadistas del Estado Islámico.
El 21 de junio del año pasado un miembro del Estado Islámico logró penetrar en Al Rukban, cruzar la frontera y matar a seis militares jordanos de un puesto fronterizo. Las instalaciones servían para gestionar la distribución de ayuda humanitaria destinada a los desplazados. Otros 14 militares jordanos resultaron heridos.