Las autoridades italianas actualizan a 278 el número de fallecidos en el terremoto

Noticias Cuatro/Agencias 26/08/2016 09:02

De los fallecidos, 218 estaban en Amatrice, una de las localidades más afectadas. Precisamente en esta localidad la tierra ha vuelto a temblar, esta vez con menor potencia, 4,3, según el Instituto Italiano de Geofísica y Vulcanología. En las localidades vecinas de Arquata del Tronto y Accumoli suman 49 y 11, respectivamente, de acuerdo con el diario italiano 'La Repubblica'.

En Amatrice las operaciones de búsqueda continúan, aunque "solo un milagro sacaría vivos a nuestros amigos de los escombros", tal y como ha reconocido el alcalde de este pueblo italiano, Sergio Pirozzi. En cambio, en Pescara del Tronto, los rescatistas han suspendido su trabajo tras encontrar a todos los desaparecidos. "Hemos retirado los últimos cuerpos de los que teníamos conocimiento, pero no sabemos --y no podremos saber nunca-- si el número de desaparecidos que teníamos corresponde realmente con las personas que estaban bajo los escombros", ha explicado Paolo Cortelli, del servicio nacional de Rescate Alpino.

El balance por el terremoto que el miércoles azotó el centro de Italia, especialmente las regiones de Lazio y Las Marcas, ha aumentado a 278 muertos, según ha informado a primera hora del viernes Protección Civil, mientras que 388 heridos se encuentran hospitalizados.

Además, alrededor de 2.500 personas se han quedado sin casa, ya que la mayoría de las construcciones se han venido abajo por la falta de medidas de seguridad antisísmicas. La Fiscalía ya ha abierto una investigación por un posible delito de "desastre doloso".

"Amatrice tendrá que ser echado abajo", ha reconocido Pirozzi. "Ninguna noche puede durar tanto que el sol nunca salga de nuevo. Estoy convencido de que Amatrice se levantará de nuevo. Se lo debemos a las personas que han muerto aquí", ha subrayado.

Entretanto, los supervivientes aguardan al raso a que la tierra termine de asentarse. Más de 1.000 réplicas han sacudido la zona desde el terremoto, lo que ha extendido el miedo entre los habitantes a que haya otro gran seísmo.

El primer ministro, Matteo Renzi, ha declarado el estado de emergencia y ha liberado un primer tramo de 50 millones de euros para responder a la crisis, al tiempo que ha recalcado la "responsabilidad" del Gobierno para encontrar una solución "a largo plazo". "Queremos que esas comunidades tengan la posibilidad de un futuro, no sólo recuerdos", ha dicho Renzi.

Este sábado se celebrará el primer funeral de Estado por las víctimas del seísmo. Tendrá lugar en la localidad de Ascoli Piceno y se enterrará a 40 fallecidos. Hasta entonces Italia está de duelo oficial, con todas las banderas a media asta.

Investigan un delito de "desastre doloso"

La Fiscalía de la provincia de Rieti, en la región del Lacio, una de las zonas más afectadas por el terremoto, ha abierto una investigación sobre las labores de prevención en los edificios que se han derrumbado tras el seísmo.

Según ha informado la televisión pública italiana RAI, el fiscal jefe, Giuseppe Saieva, coordina las investigaciones en torno a la hipótesis de un delito de "desastre doloso" que implicaría la omisión de las pertinentes medidas de seguridad antisísmicas.

Saieva ha dispuesto la orden de indagar sobre todos aquellos edificios que se han derrumbado y que habían sido reestructurados recientemente, como la escuela de Amatrice o el campanario de la ciudad de Accumoli.

Paralelamente, se están sucediendo las críticas de los expertos que indican que en Italia podría hacerse mucho más para proteger la infraestructura de sus edificios del impacto de los seísmos.

El Presidente del Consejo Nacional de Geólogos, Francesco Peduto, ha señalado en una nota de prensa que "hace años" que denuncian que Italia está "lejos de una cultura de la prevención". "Sería necesaria una normativa más coherente con la situación del territorio italiano", ha declarado. "Proponemos que clasifique desde el punto de vista sísmico los edificios. Además, es fundamental un plan del Gobierno para asegurar todos los edificios públicos", ha agregado.

Por otro lado, Peduto ha señalado la necesidad de crear una "conciencia cívica" en el ámbito de la prevención sísmica a través de la educación en las escuelas para "hacer más consciente a la población de los riesgos".

Fabio Tortorici, que encabeza varios estudios del Instituto Geológico Italiano, ha explicado que "en Italia se puede prever un terremoto de 6,3 de magnitud cada 15 años de media". "Este dato debería fomentar una mayor cultura de prevención sísmica y protección civil", ha afirmado.

El terremoto del miércoles tenía una magnitud de 6 y alcanzó los 10 kilómetros de profundidad en la superficie terrestre multiplicando su fuerza destructiva, según apunta el Instituto Geológico Estadounidense.

En 2009 otro terremoto acabó con la vida de 300 personas y dejó a otras 55.000 sin hogar al devastar la histórica ciudad de L'Aquila.

Un año antes, expertos de Protección Civil realizaron un estudio que reveló que tan sólo el 14% de los edificios en la franja más vulnerable del país estaban acondicionados según la normativa de seguridad sísmica. Tras la tragedia del 2009, se establecieron nuevas normas antisísmicas para las nuevas construcciones, que desde entonces tienen que implantarlas. Los edificios antiguos --que son la mayoría en Italia-- han quedado excluidos de estas nuevas medidas.